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El PP de Cádiz intuye, o sabe, que la Junta permitirá la tasa turística, pero ¿cómo será?

puerta abierta al impuesto

Cola de turistas para visitar la Catedral de Cádiz, en una imagen del pasado verano.

Sorprendió en el último Pleno Municipal el Partido Popular de Cádiz liderado por el alcalde Bruno García posibilitando que saliera adelante, nunca mejor dicho, una propuesta de Adelante Izquierda Gaditana que abre la puerta a la implantación de una tasa turística en l a ciudad. El PP se abstuvo y no intentó colocar vía enmienda ni una coma –algo insólito hasta ahora– al planteamiento de la oposición de izquierdas, tantas veces rechazado.

Así, el Ayuntamiento de Cádiz instará al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía “a desarrollar los instrumentos legales oportunos para permitir la implantación de una tasa turística en los municipios que libremente así lo decidan”. El acuerdo plenario contempla también que el Consistorio efectivamente “implante la tasa turística en cuanto la Junta de Andalucía lo permita”.

El caso de Cádiz no es aislado. El Pleno del Ayuntamiento de Málaga, gobernado al igual que el gaditano por el PP con mayoría absoluta, también ha acordado esta semana instar a la Junta a desarrollar un marco normativo para una posible implantación de la tasa turística, con una enmienda a la propuesta de Con Málaga en la que el Consistorio se muestra favorable a estudiar la implantación de una tasa turística en la ciudad.

Sin embargo, el pasado viernes en Fitur, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, se declaró contrario a la imposición de una tasa turística para quienes visiten Andalucía porque “entendemos que esa no es la solución, porque la tasa al final es una salida de compromiso a un problema que es de mucho mayor calado”. A su juicio, el problema reside en “la infrafinanciación que tienen los municipios, y los municipios turísticos, especialmente”.

“La única manera de afrontar esto de forma seria y de forma definitiva es modificando el sistema de financiación local”, añadió el consejero, quien finalmente no descartó del todo autorizar, que no imponer, esa tasa, aunque más adelante: “La Junta de Andalucía podría planteárselo cuando el sector turístico entienda que es una solución viable, aceptable, y que no va a generar ningún tipo de impedimento ni complicación al negocio turístico en sí”, dijo.

Así que parece que lo que no quiere la Junta es imponer una tasa por decreto en toda su jurisdicción, sino que sean los propios Ayuntamientos los que se la pidan y, entre tanto, convenzan al sector turístico de que es necesaria. Una estrategia a la que parece responder también el reciente anuncio del alcalde de Cádiz de querer sondear al sector hotelero sobre una más que probable subida de la tasa por la recogida de basura, antes de aplicarla. Uno se pregunta si en algún momento nos consultarán a los ciudadanos qué nos parece un incremento del IBI o de cualquier otro impuesto municipal, antes de ejecutarlo...

Pero volvamos a la tasa turística. ¿Cómo sería la que se permitiría implantar en Andalucía? ¿Cómo la de Cataluña? ¿Cómo la de Baleares? ¿O sería porcentual sobre el precio de la estancia, como en Amsterdam o Berlín? Repasemos cómo son estos diferentes modelos.

Cataluña, la pionera

En Cataluña, que fue la pionera, el Impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos se introdujo en 2012. Desde la Agència Tributària de Catalunya explican que constituye el hecho imponible del impuesto la estancia, por días o fracciones, con pernoctación o sin ella, en uno de los establecimientos y equipamientos siguientes: alojamientos turísticos; albergues de juventud, cuándo presten servicios turísticos de alojamiento; las embarcaciones de crucero turístico con estancia a bordo superior a dos días y cualquier otro establecimiento o equipamiento en que se presten servicios turísticos de alojamiento. Obviamente están incluidas las viviendas con fines turísticos.

Este impuesto se paga un máximo de siete días y se establece por categorías de alojamiento. De esta forma, en hoteles de cinco estrellas, gran lujo, camping de lujo o establecimiento equivalente se pagan 3,50 euros por persona y día; 1,70 euros en los de cuatro estrellas y un euro en el resto. En las viviendas de uso turístico la tasa es de 2,25 euros y en los cruceros el impuesto va de un euro a tres. Están exentos los menores de 16 años, quienes se desplacen por motivos de salud o causa de fuerza mayor y los viajeros de programas subvencionados por una administración pública de cualquier estado miembro de la UE. Eso sí, deberán firmar una declaración responsable en la que justifiquen la causa mayor o aportar un certificado médico que demuestre que la atención recibida está dentro de la cartera de servicios del sistema sanitario público de Cataluña.

En la ciudad de Barcelona, la tasa tiene un recargo que desde el pasado 1 de abril de 2023 es de 2,75 euros, de forma que la estancia de un día en un hotel de cinco estrellas comportaría una tasa de 6,25 euros por persona y en una de vivienda de uso turístico, de 5 euros. Está previsto que vuelva a aumentar durante este año y el próximo.

Además, la Generalitat también establece una tarifa especial aplicable a las estancias en aquellos establecimientos que, dentro de un centro recreativo turístico, estén situados en áreas en las que se admiten actividades de juego y apuestas.

La ecotasa balear

En las Islas Baleares, el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), popularmente llamado ecotasa, se implantó el 1 julio de 2016. “Gracias a ésta, es posible invertir en proyectos medioambientales y culturales, en investigación, en la mejora de las condiciones sociales de los habitantes de las islas, en conseguir la plena sostenibilidad del destino y proporcionar un mejor entorno y mejores servicios tanto a nuestros visitantes como a los residentes”, explican en la web de Islas Baleares Sostenibles (http://www.illessostenibles.travel/en/home-en).

Allí se establecen las tarifas en función del tipo de establecimiento, pero también de dos temporadas bien diferenciadas: la alta, comprendida entre el 1 de mayo y el 31 de octubre, y la baja, entre el 1 de noviembre y el 30 de abril. En la primera de ellas, la tasa va desde los 4 euros por persona y día de estancia en un hotel de cinco estrellas hasta un euro en hostales, pensiones y albergues, en una clasificación que contempla once tipos de establecimientos. En temporada baja la tasa oscila entre un euro y los 25 céntimos de euro. El ahorro es de un 75%.

Como en Cataluña, en las Baleares están exentos de este impuesto los menores de 16 años. Pero a diferencia de en aquella comunidad, la tasa no desaparece en el séptimo día de estancia, sino que se reduce en un 50% a partir del noveno. Además, los pasajeros cuyos barcos tengan su puerto base en las Islas Baleares también están exentos de pagarlo.

Islas Baleares Sostenibles proporciona en su web abundante y muy clara y concreta información sobre los proyectos puestos en marcha gracias a esta ecotasa, que van desde actuaciones medioambientales y de turismo sostenible, hasta la rehabilitación de patrimonio histórico, pasando por la investigación científica, la formación y el empleo y la inversión en alquiler social.

Que cada uno imagine los retos pendientes que podría afrontar el Ayuntamiento de Cádiz con los al menos 2 millones de euros anuales que le reportaría una mínima tasa turística de dos euros por persona y día de estancia.

Oporto ingresa 15 milones de euros al año

En Portugal, ciudades como Lisboa, Oporto y Cascais aplican dos euros de tasa turística por persona y noche hasta un máximo de siete días a mayores de 13 años. Otras, como Sintra, reducen el impuesto a los tres primeros días y las hay que han establecido tasas menores, como Faro, que es de 1,5 euros. Solo en 2022, Oporto recaudó 15 millones de euros con esta medida, el triple que en 2021, si bien ya en 2019 había alcanzado esa cifra.

En Francia, en todas las localidades se paga una tasa de estadía que va de los 0,20 y los 3 euros por persona y noche en función del establecimiento. Si el precio de la habitación supera los 200 euros tienen además un recargo del 2%.París tiene una tasa superior al resto de ciudades del país. El importe de la tasa de estadía está entre los 0,65 euros para los campings de 1 y 2 estrellas y los 14,95 euros que se paga en los palaces

En Alemania al viajero se le cobra un impuesto cultural, pero también un impuesto por cama en ciudades como Fráncfort, Hamburgo y Berlín, que es de alrededor del 5% de la factura del hotel. En los países Bajos, lo mismo sucede en Amsterdam.

En Italia, los visitantes que pernoctan en Roma pagan desde 10 euros por persona y día en hoteles de cinco estrellas hasta los dos o tres euros de un camping o villa turística.

La tasa turística de Venecia en 2024 es de 5 euros, pero tienen otra de entrada a la ciudad, que se aplica 29 días este año 2024 y tiene que pagarla todo turista que no pernocte, pero que permanezca en el centro histórico entre las 8:30 y las 16:00 horas.

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